Tras alcanzar la postura de savasana, hay que:
- Abrigarse con una manta y relajar la cabeza encima de un cojín.
- A continuación hay que empezar la relajación con unas buenas respiraciones yóguicas completas, en general tres respiraciones son suficientes.
- Se puede introducir alguna variación, como por ejemplo tras completar la inspiración, retenerla y con pulmones llenos recitar mentalmente el mantra OM. En cuanto tenga uno ganas de exhalar, se tiene que abandonar el mantra y exhalar lentamente.
- Como alternativa es posible sustituir el mantra con el sankalpa, o resolución afirmativa. En ausencia de un sankalpa personal, se puede utilizar uno genérico, como por ejemplo "confianza y seguridad en mi mismo".
Concluida la parte de preparación y terminadas las respiraciones completas, la relajación continua según las pautas que el maestro propondrá, así que sobre esta fase no voy a profundizar en esta entrada.
Una vez terminada la propuesta de relajación, hay que abandonar la práctica y despreocuparse de todo, abandonarse, no controlar la respiración que va por libre y escuchar la música que el maestro pondrá (se aprecia mucho la delicadeza con que suele poner y quitar la música, manejando el volumen para que el sonido llegue o se vaya siempre de forma muy gradual). Terminada la fase de "abandono", hay que volver a ampliar la respiración de forma progresiva, y tomar consciencia del cuerpo en la habitación empezando por las extremidades, por donde empezará uno a activar el cuerpo, poco a poco, extendiendo el movimiento a todo el cuerpo hasta acabar en un estiramiento completo.
A continuación, se puede dar por terminada la relajación alcanzando la posición de sentado y abriendo los ojos.
Es posible también incorporar los mantras "Hari om" y "Om tat sat" para despedirse de la sesión de la siguiente manera: "Shanti, shanti, shanti. Hari om tat sat".
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